Psicología infantil: ¿Cómo actuar frente a las pataletas de los niños?
Las rabietas son parte de la vida diaria de algunos niños, aunque pueden ser menos frecuentes en otros. Sin embargo, muchas veces se convierte en una de las tareas más engorrosas para los padres. Por ello, Catalina Pandolffo, psicóloga infanto-juvenil de nuestro de nuestro Hospital, nos comenta cómo enfrentar este tipo de conductas.
¿Qué son las pataletas?
Son conductas normales y necesarias que forman parte del crecimiento de los niños preescolares, las que comienzan alrededor del año y medio hasta a los 6 años, con un pick entre los 2 y los 3 años. A partir de los dos años comienzan a sentirse más independientes y tratan de relacionarse desde una postura egocéntrica, por lo tanto, cuando no logran conseguir lo que quieren se frustran y comienzan con las pataletas, las cuales las sienten de manera muy intensa debido a que las estructuras cerebrales encargadas de la regulación emocional a esta edad están recién desarrollándose, por lo que no tienen las herramientas necesarias para comunicar lo que sienten, necesitan o piensan.
Éstas dependerán mucho del temperamento del niño, de factores, situaciones y de la forma en que los padres las manejan.
¿Qué hacer?
Por difícil que sea es fundamental el autocontrol, ya que si se pierde y se le grita, golpea o amenaza, sólo conseguirá que el niño se ponga aún más rabioso y además se aleje de usted, pues en momentos de estrés, es fundamental que sienta que sus cuidadores principales lo van a contener y ayudar a regularse y que puede contar con ellos por más intensas que sean sus emociones. Es por esto que jamás debe dejarlo solo o mandarlo a su pieza, sino que debe acompañarlo hasta que se le pase y enseñarle a regularse emocionalmente. Esto potencia enormemente un vínculo de apego seguro.
También debe observarlo y tratar de comprender desde el punto de vista de un niño qué le está pasando, debemos reflejarle lo que le pasa de manera muy escueta y quedarnos en silencio cerca suyo. En caso que no quiera que se le hable, se le debe permitir al niño expresarse, puesto que no está mal que sienta rabia o pena, sino la manera en la que lo está haciendo, luego calmarlos usando alguna estrategia de regulación como cambiar el foco de atención, cambiar de ambiente o realizar una respiración, no obstante, si necesitan espacio es importante dárselo pero continuar quedándose a su lado, que sepa que ustedes están ahí para ellos. Una vez que esté calmado hablar con él y hacer una reflexión para que comprenda el por qué de su actuar, siendo firmes pero empatizando con su malestar.
Recordar:
– Debe existir consistencia en la crianza, no desautorizarse.
– Actuar de manera predecible: Los niños necesitan vivir en un ambiente predecible y tener una rutina, acostarse a una misma hora, saber cómo van a actuar sus padres en momentos en que haga una pataleta, ¿a veces lo consentirán y otras lo castigarán? Cuando no saben qué esperar les produce mucha angustia y los desregula emocionalmente porque no entienden cuál es la forma correcta de actuar.
– Es indispensable que los padres evalúen si las pataletas se deben a situaciones de estrés, problemas de lenguaje, audición u otras enfermedades que pudieran estar incomodándolo.
– Establecer normas de comportamiento claras y límites explícitos con firmeza y cariño.
¿Cuándo preocuparse y consultar?
– Cuando hay una destrucción intencionada de objetos, agresión a otra personas o hacia ellos mismos.
– Cuando interfieren en su funcionamiento familiar, escolar y con otros niños.
-Cuando los padres se vean superados es importante aprender a pedir ayuda y recordar que los niños no necesitan padres perfectos, sino cuidadores que la mayoría de las veces sean capaces de ajustarse a sus necesidades de manera respetuosa y cariñosa. Es por esto que la idea es darles herramientas y orientarlos a actuar para que su hijo aprenda a regular sus emociones y formas más adaptativas de expresarse y resolver conflictos.
Catalina Pandolffo Gómez, Psicóloga infanto Juvenil.